Las Chivas de Guadalajara enfrentaron una dura realidad al caer 1-0 ante Puebla en la jornada 14 del Apertura 2024. Este resultado no solo frena la buena racha que había comenzado el equipo bajo la dirección del entrenador interino Arturo Ortega, sino que también pone en evidencia la falta de piezas clave en el plantel, siendo la ausencia de Piojo Alvarado una de las más notorias.
Alvarado, quien se había convertido en un jugador fundamental en el esquema del equipo, no pudo participar en el encuentro debido a una lesión sufrida en el partido anterior. Su falta se sintió en el campo, ya que su habilidad para crear jugadas y desequilibrar defensas es crucial para el ataque del Rebaño Sagrado. Ortega, al finalizar el partido, destacó la importancia del jugador al señalar que "es evidente que tenemos muchos lesionados y evidentemente Roberto (Alvarado) es una pieza fundamental en el equipo".
El encuentro contra Puebla dejó a Chivas con muchas dudas, especialmente en la definición. A pesar de tener algunas oportunidades, el equipo no logró concretar sus llegadas. Ortega mencionó que "no tuvimos la certeza dentro del área, no tuvimos ese último pase en zona de finalización y eso nos cuesta". Esta falta de contundencia fue un factor determinante en el resultado, lo que ha llevado a la afición a cuestionar la capacidad del equipo para competir en este torneo.
La situación se complica aún más para Chivas, que ahora debe lidiar con la presión de obtener resultados positivos en los próximos partidos. Ortega pidió paciencia a los seguidores, reconociendo que el equipo necesita tiempo para adaptarse a su estilo de juego. "Siempre tenemos que estar alertas, para nosotros es que todas las jornadas son finales", afirmó el técnico.
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Con la mirada puesta en el próximo encuentro contra Pumas, la afición espera que el equipo pueda encontrar el equilibrio y mejorar su rendimiento. La recuperación de Alvarado será crucial, y su regreso podría ser el impulso que necesita Chivas para volver a la senda del triunfo. Sin embargo, la incertidumbre sobre la salud de sus jugadores y la falta de resultados generan un ambiente de tensión que el equipo deberá manejar con inteligencia.
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