Tigres ha conseguido un respiro en medio de la presión que enfrentaba tras una serie de resultados negativos. En un partido crucial, lograron vencer a Atlas por 2-1, lo que no solo les permite calmar los ánimos de su afición, sino que también establece una marca significativa en su historia reciente. Esta victoria se convierte en un bálsamo para un equipo que venía de perder ante Toluca y Real Estelí, y que necesitaba urgentemente cambiar su imagen.
El encuentro comenzó con un gol de Juan Brunetta, quien ha sido una pieza clave en el rendimiento del equipo durante esta temporada. Sin embargo, la tranquilidad fue efímera, ya que Rivaldo Lozano empató el marcador, poniendo nuevamente en aprietos a los felinos.
A pesar de un penal fallido por parte de Aldo Rocha, que se estrelló en el travesaño, Tigres no se dejó amedrentar. En un momento crucial, Ozziel Herrera apareció para marcar el gol de la victoria, demostrando que su mejor rendimiento se da cuando ingresa como revulsivo.
Con este triunfo, Tigres alcanzó la impresionante cifra de 12 partidos consecutivos sin perder en casa. Este dato resalta la fortaleza del equipo en el Estadio Universitario, conocido como el "Volcán", que sigue siendo un fortín para los locales. A pesar de las críticas hacia el director técnico Veljko Paunovic y algunos jugadores, los números hablan por sí mismos y reflejan que el equipo ha sabido responder en su estadio.
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No obstante, el funcionamiento del equipo aún deja dudas. Las decisiones tácticas de Paunovic han sido objeto de controversia y la afición exige un rendimiento más convincente.
Sin embargo, esta victoria podría ser el impulso necesario para que Tigres encuentre la regularidad que tanto necesita. La afición espera que este triunfo marque el inicio de una nueva etapa, donde el equipo muestre su verdadero potencial y compita por los primeros lugares de la tabla.
Con una semana de preparación por delante, Paunovic tiene la oportunidad de trabajar en los aspectos que aún necesitan mejora. La presión sobre su liderazgo sigue presente, pero el triunfo ante Atlas podría ser el punto de inflexión que el equipo necesitaba para recuperar la confianza y la cohesión en el campo.
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