El pasado viernes fue una noche memorable para el Club Tigres UANL, que celebró su 65 aniversario con una fiesta total en el Estadio Universitario. La ocasión no solo fue un motivo de celebración, sino que también culminó en una victoria significativa que mantiene al equipo en la lucha por los primeros lugares de la tabla general.
El ambiente en el estadio era electrizante, y los abucheos iniciales al anunciar la alineación del equipo se transformaron rápidamente en júbilo cuando se presentó a Guido Pizarro como el nuevo director técnico. Su llegada ha generado buenas expectativas entre los aficionados, quienes esperan ver un cambio positivo en el rendimiento del equipo.
Tigres logró una victoria contundente, alcanzando 22 puntos en la clasificación y posicionándose momentáneamente en la tercera plaza. El delantero Nico Ibáñez fue una de las estrellas de la noche, abriendo el marcador apenas a los 3 minutos con un impresionante disparo de media vuelta. Su desempeño ha sido clave en los últimos partidos, anotando en dos encuentros consecutivos.
Sin embargo, el partido no estuvo exento de controversias. En el minuto 32, el árbitro señaló un penal a favor de Tigres por una supuesta mano de Francisco Venegas, pero tras revisar la jugada en el VAR, se decidió anular la decisión, lo que dejó a los aficionados con ganas de más.
A pesar de que Tigres dominó el encuentro, el equipo no pudo ampliar su ventaja. Un gol de Juan Brunetta fue invalidado por fuera de juego, lo que generó un ambiente de tensión entre los seguidores. Los Gallos Blancos, por su parte, tuvieron una actuación discreta, sin poder generar peligro real en el arco rival.
La próxima prueba para Tigres será el martes, cuando se enfrenten al Cincinnati en busca de un lugar en los cuartos de final del Torneo de la Concacaf. Este encuentro es crucial para el equipo, que busca seguir avanzando en el torneo internacional y mantener el impulso tras la victoria en casa.
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