La reciente eliminación de Pumas UNAM en los cuartos de final de la Concachampions 2025 ha dejado una huella profunda en la institución, no solo en el ámbito deportivo, sino también en el económico. El dolor por no haber podido avanzar en este importante torneo se ve acentuado por la oportunidad perdida de recibir a Lionel Messi, figura del Inter Miami, en el estadio Ciudad Universitaria.
Con la eliminación en la fase de grupos, los Pumas no solo extendieron su sequía de títulos a casi quince años, sino que también dejaron pasar la posibilidad de un enfrentamiento ante uno de los mejores futbolistas de la historia. Enfrentar a Messi habría sido un evento monumental, no solo para los jugadores, sino también para los aficionados y la imagen del club.
Desde un punto de vista financiero, la situación es aún más alarmante. Según informes, la institución universitaria habría perdido aproximadamente 60 millones de pesos (alrededor de 300 mil dólares) en ingresos directos por la venta de boletos que se habrían generado si Messi hubiera jugado en Ciudad Universitaria. Esta cifra es solo la punta del iceberg, ya que la presencia del astro argentino también atrae una considerable cantidad de ingresos por concepto de publicidad, venta de productos y la afluencia de aficionados, lo que habría inyectado un capital significativo en las arcas del club.
Además, el impacto económico de no recibir a Messi se extiende más allá de la simple taquilla. Las oportunidades de merchandising, como indumentaria exclusiva y artículos relacionados con su presencia, también se han esfumado. Los negocios locales, que suelen beneficiarse de la llegada de grandes figuras, se han visto igualmente perjudicados, ya que el flujo de personas y la actividad comercial que rodea a un partido en el que juega Messi es considerable.
Pumas UNAM tiene programado un enfrentamiento contra el Inter Miami en la Leagues Cup para el próximo mes de agosto; sin embargo, este duelo se realizará en el país vecino, lo que significa que la oportunidad de recibir a Messi nuevamente en casa se pierde una vez más.
Este fracaso en la Concachampions no solo afecta a los jugadores y a la afición, que han mostrado un apoyo inquebrantable a lo largo de los años, sino que también plantea preguntas sobre la gestión y el futuro del club. La presión sobre la directiva para revertir esta situación y encontrar nuevas formas de reinvención será crucial en los meses venideros. Los seguidores de Pumas esperan que la situación mejore y que el club pueda volver a ser competitivo tanto en el terreno de juego como en el aspecto financiero.
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