En menos de un año, el Club Universidad Nacional se encuentra enfrentando una situación complicada con el delantero Guillermo Martínez. Desde su llegada al equipo, el jugador ha mostrado un rendimiento que no ha cumplido con las expectativas, lo que ha llevado a la institución a perder una cantidad significativa de dinero. Hasta el momento, se estima que Pumas ha dejado de ganar al menos un millón de dólares debido a la depreciación del valor de la carta del futbolista.
Martínez fue adquirido por aproximadamente cuatro millones de dólares, pero su cotización ha caído a tres millones en la más reciente actualización de Transfermarkt. Esta disminución en su valor es un reflejo directo de su desempeño en el campo, que ha sido inconsistente.
A pesar de haber tenido un inicio prometedor, donde anotó 7 goles en 20 partidos durante su primera campaña, su producción ha disminuido drásticamente en el actual semestre, donde solo ha conseguido 3 goles en 15 encuentros.
La directiva de Pumas había apostado por Martínez como la solución a la salida de sus delanteros extranjeros, confiando en su rendimiento previo en Puebla. Sin embargo, la afición auriazul ha comenzado a expresar su descontento, demandando un delantero de mayor peso y efectividad.
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La presión sobre el jugador es palpable, ya que su rendimiento no solo afecta su futuro en el club, sino también las finanzas del equipo, que dependen en gran medida de la compra-venta de jugadores.
A medida que se acerca el próximo mercado de fichajes, la situación de Martínez se vuelve más crítica. Con un contrato que aún tiene dos años por delante, su permanencia en el equipo podría ser cuestionada si no muestra una mejora significativa en su rendimiento. La directiva podría considerar su salida como una opción viable para recuperar parte de la inversión realizada y buscar un reemplazo que cumpla con las expectativas del club y su afición.
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