Ya sabemos que a Cruz Azul le encanta dar drama en cada cierre de torneo. Pero lo que pasó en la Leagues Cup 2025 con Giorgos Giakoumakis roza la comedia griega sin disfraz. Apareció en la lista oficial de 21 convocados, llenó las bancas de Austin y Nashville de nombre… y nomás eso: no jugó ni un minuto. Ni siquiera se ponchó los guantes para calentar 🧤. ¿La razón? Él y el club están más desencontrados que Chespirito y Botija en mismo sketch: llevaban meses buscándole piso y de repente lo subieron al avión como quien se olvida la caguama en la maletera.
La petición de Larcamón 🔊
Justo antes del cierre del torneo de confederaciones, Nicolás Larcamón dejó caer la frase que lo dice todo: "Estamos a la espera de que salga Giakoumakis, es un deseo de él y de nosotros". Búscate la indirecta: jamás pensó en usarlo. El griego viajó de relleno, por protocolo, por no quemar el último cartucho de extranjero... o porque a la directiva le daba cosa dejarlo solo en La Noria. El hecho es que ni entró en planilla una sola vez. Se quedó bocabajo en el hotel, metido en Netflix, calorieando hamburguesas, mientras Ángel Sepúlveda hacía dupla con Uriel Antuna y su opción suplente era… literalmente, cualquier otro wey.
¿Y si no era problema de lesión ni malos modales? Dollars, baby, dollars 💸
El escollo principal para que Giakoumakis desempaque sus maletas en Europa no es futbolístico, es salarial. El PAOK de Tesalónica pupila al atacante desde hace rato, pero cuando vieron la ficha —superior a los 3 melones de dólares anuales— se les enchinó la greña. El agente del griego no se raja y sigue chingue y chingue en la MLS para ver si algún equipo pica y le iguala la lana. Mientras tanto, Cruz Azul tiene un cupo de extranjero tomado por un tipo que ni entrena con grupo; literalmente, un mueble de lujo 🪑.
Toro Fernández: de lesionado a la llave que abre la puerta 🫏
Para que La Máquina reestrene al Toro Fernández, tiene que soltar al minotauro primero. Gabriel Fernández finaliza la fase de recuperación de la rodilla que lo sacó desde el 1 de mayo, día en que lo vimos llorando cuando lo cambiaron en semifinal de Concachampions contra Tigres. En las próximas dos semanas debería pegarse al plantel: de hacerlo, agarraría la plaza de extranjero que ahora conserva Giakoumakis con candado oxidado.
¿Cuáles son las opciones de que el Toro corra de nuevo? 🏃♂️
El charrúa no va a aparecer al 100% de golpe; pero con la seguidilla que viene —Clausura 2026 a la vuelta de la esquina y Copa por el medio— necesita rodaje. La primera prueba sería un par de duelos amistosos que ya se cocinan en Dallas. Si llega con salud y la salida del griego se concreta, veremos a Fernández retando a la portería con la misma hambre de antes; si no, Cruz Azul tendrá que improvisar como cuando los del puesto de quesadillas no traen tortillas.
Tic-tac para Giakoumakis: días clave para decidir 🤳
Los próximos 72 horas son críticas. El club tiene hasta el cierre del libro de pases en la MLS para vendernos el griego y abrirle la puerta al Toro. Podrían hacer un swap a lo bursátil, transferencia directa o rescindirle el último año que le queda, aunque esto último implicaría sangrar dinero 💸. Mientras la negociación este en modo loading, el atacante seguirá coleccionando polvo en Instagram, subiendo stories de paisajes griegos… y de Nashville sin él en la cancha.
Así que, ya lo saben: no se ilusionen si lo ven sentado en la banca. Del griego no esperen ni warming up ni carita compasiva. Es más velador que jugador en estos días, y mejor así. Porque si la directiva pisa el acelerador, en cuestión de horas La Máquina cambiará un minotauro por un toro que sí embiste.
Comentarios: