El sueño de tener un estadio propio para el Cruz Azul está más cerca de convertirse en realidad. Después de años de incertidumbre y de depender de instalaciones ajenas como el Estadio Azteca y el Estadio Ciudad de los Deportes, la directiva celeste ha aprobado una inversión de aproximadamente 200 millones de dólares para la construcción de su nuevo inmueble. Este ambicioso proyecto podría tardar hasta cinco años en desarrollarse, pero representa un avance significativo para el club.
Desde hace tiempo, los aficionados y la directiva han anhelado contar con un espacio que no solo sea un hogar para el equipo, sino también un lugar que refleje la grandeza y la historia de la institución.
La inversión, aunque considerable, se espera que se recupere con el tiempo, gracias a los ingresos que generará el nuevo estadio. Este proyecto no solo beneficiará al club en términos económicos, sino que también ofrecerá a los seguidores un lugar exclusivo para disfrutar de los partidos.
¿Dónde se construirá el estadio?
Recientemente, se confirmó que una de las ubicaciones propuestas para la construcción, Tlalnepantla, ha sido descartada. A pesar de las conversaciones iniciales, la cementera no adquirió los terrenos necesarios, lo que ha llevado a la directiva a explorar otras opciones.
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Actualmente, se están considerando al menos cuatro nuevas ubicaciones, entre las que se mencionan Atizapán y Naucalpan, así como otras dos plazas dentro de la Ciudad de México. La búsqueda de un nuevo sitio es crucial para el avance del proyecto, ya que la ubicación del estadio jugará un papel fundamental en su éxito.
El presidente del club, Víctor Manuel Velázquez, ha expresado su entusiasmo por el proyecto y la importancia de que los socios, trabajadores y aficionados cuenten con un espacio que les pertenezca. La construcción de este nuevo estadio no solo simboliza un nuevo capítulo en la historia de Cruz Azul, sino que también podría ser un factor determinante en el futuro deportivo del equipo.
Con la aprobación del presupuesto y la búsqueda activa de un terreno adecuado, los seguidores de Cruz Azul pueden comenzar a soñar con un futuro donde su equipo tenga un hogar propio. La afición celeste espera que este nuevo estadio no solo sea un lugar para ver fútbol, sino un símbolo de identidad y pertenencia que una a todos los que sienten los colores del club. La espera puede ser larga, pero el resultado promete ser monumental.
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