En el Club Deportivo Guadalajara, los vientos de cambio han comenzado a soplar con fuerza. Tras la reciente salida de los directivos españoles y el entrenador Óscar García, el papel del dueño, Amaury Vergara, ha sido objeto de especulaciones.
A pesar de que se le atribuyó la responsabilidad de los ajustes, se ha revelado que la verdadera influencia detrás de estos movimientos proviene de su cuñado, Alejandro Manzo.
Manzo, quien ocupa el puesto de secretario de Omnilife, ha ganado protagonismo en las decisiones estratégicas del equipo. Su conocimiento del fútbol y su visión empresarial lo han llevado a convertirse en un actor clave en la reestructuración de Chivas.
Ha sido fundamental en la destitución de los directivos españoles, así como en la designación de Gerardo Espinoza como nuevo director técnico. Este cambio marca una nueva etapa en la gestión del club, y su llegada promete tener un impacto significativo en el futuro inmediato del Rebaño Sagrado.
Las decisiones de Manzo no solo han desencadenado un cambio en la dirección técnica, sino que también han abierto la puerta a una posible revisión en la administración del club. Según fuentes cercanas, Amaury Vergara estaría considerando delegar la administración del equipo al Consejo de Omnilife.
Esto significaría que Manzo y Diego Calderón, también cuñado de Vergara, asumirían un control más directo sobre el destino del equipo. Esta transformación podría traer consigo una renovación en la estrategia y los objetivos de Chivas, en un intento por recuperar el protagonismo que el club ha perdido en los últimos años.
La afición rojiblanca observa con atención estos cambios, con la esperanza de que resulten en un impulso que lleve al equipo a conquistar nuevos títulos. La carga histórica y la pasión de sus seguidores crean un contexto donde las expectativas son elevadas. El Rebaño Sagrado tiene el potencial de volver a ser protagonista en el fútbol mexicano, pero dependerá de la dirección que tomen sus nuevos líderes.
Mientras tanto, la figura de Alejandro Manzo se fortalece y se convierte en un símbolo de la nueva era que se avecina en Chivas. Su papel no solo es administrativo; su visión ya está influyendo en el presente y futuro del club.
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