El Club Deportivo Guadalajara ha finalizado el reciente mercado de fichajes con una estrategia que ha generado tanto ingresos como interrogantes entre sus aficionados. A pesar de incorporar a tres nuevos jugadores, el Rebaño Sagrado ha logrado un superávit económico que no ha sido reinvertido en la plantilla.
Durante este periodo de transferencias, Chivas se reforzó con un jugador por línea: Miguel Tapias para la defensa, Luis Romo en el mediocampo y Alan Pulido en el ataque. Sin embargo, la directiva, liderada por Amaury Vergara, ha optado por no utilizar la totalidad de los recursos obtenidos por las ventas de jugadores, lo que ha llevado a una situación financiera favorable, pero con un cuestionable enfoque en el fortalecimiento del equipo.
El principal ingreso provino de la venta de Jesús Orozco Chiquete al Cruz Azul por un total de 3.5 millones de dólares, aunque este monto incluyó a Luis Romo como parte del pago. Orozco Chiquete estaba tasado en 11 millones, lo que indica que la operación fue favorable para el club capitalino. En contraste, Chivas solo gastó 1.5 millones por Tapias y 2 millones por Pulido, lo que significa que los ingresos superaron las inversiones.
Además de la transacción de Orozco Chiquete, Chivas también generó ingresos por las salidas de Pável Pérez a Necaxa, Antonio Briseño a Tijuana y Carlos Cisneros al Club León, cada uno por un millón de dólares. Esto contribuyó a un superávit aproximado de 3 millones de dólares en este mercado de invierno.
A pesar de este saldo positivo, la decisión de no reinvertir en nuevos refuerzos ha suscitado críticas. Muchos aficionados se preguntan por qué la directiva no ha utilizado estos recursos para adquirir jugadores que puedan elevar la calidad del plantel. En un torneo donde la competencia es feroz, la falta de movimientos significativos podría costarle caro al equipo en su búsqueda por mejorar su rendimiento.
La situación actual plantea un dilema para Chivas, que, aunque ha demostrado ser astuto en el ámbito financiero, podría estar comprometiendo su competitividad en la Liga MX. La afición espera que la directiva reconsidere su enfoque y busque oportunidades para fortalecer el equipo en el futuro cercano, ya que el éxito en el fútbol no solo se mide en números, sino también en el talento y la profundidad de la plantilla.
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