En Chivas se suele decir que "no es para cualquiera vestir la maglia sagrada". Uriel Antuna lo comprobó cuando tras su llegada como refuerzo estelar, no pudo destacar como se esperaba.
Tras dos años sin brillar en Guadalajara, el Brujo fue traspasado a Cruz Azul en una operación que involucró a Roberto Alvarado. Lejos de significar su fin, este nuevo comienzo lo relanzó.
Hoy, Antuna es el máximo artillero del Clausura 2024 con 8 tantos. Reconoce que su paso fallido por Chivas lo forjó y lo convirtió en el jugador determinante que es ahora para La Máquina.
"Se pueden dar bien o mal las cosas, pero siempre traté de dar lo mejor. Al final me fue mal en Chivas y eso me ayudó a seguir creciendo", afirmó.
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Gracias a su talento y capacidad goleadora, el "Brujo" se ha transformado en pilar del líder del campeonato. Su revancha personal demuestra que a veces una segunda oportunidad puede marcar la diferencia.
Pese al fracaso en Guadalajara, Antuna supo levantarse, madurar y explotar en otro club como uno de los atacantes en mejor forma del fútbol mexicano. Sin duda, su resurrección ha sido completa.
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