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El roce que existiría entre Chivas y dos 'cepillados' para el Clausura 

El Guadalajara enfrenta una inminente crisis interna que puede cambiar el futuro del club. Todos los detalles en la nota.

Erick Gutiérrez Alan Pulido Chivas

El Guadalajara está viviendo uno de los momentos más tensos de los últimos años, y no es por los resultados en la cancha, sino por una guerra interna que podría explotar en cualquier momento. La directiva, liderada por Alejandro Manzo y Javier Mier, tomó una decisión radical: sacar de la pretemporada a figuras como Alan Pulido, Érick Gutiérrez y Alan Mozo, pero lo que empezó como un ajuste deportivo ahora se convirtió en un conflicto millonario que tiene al club al borde del caos.

Lo que pocos sabían es que detrás de esta medida hay una exigencia económica que ha encendido los ánimos. Según revelaciones del comunicador Alejandro Ramírez, la directiva rojiblanca les pidió a dos de estos jugadores que redujeran su salario para facilitar su salida, pero la respuesta fue un rotundo no. Ahora, el ambiente en el club está más tenso que nunca, y lo peor es que esto apenas comienza.

Los dos jugadores que tienen a Chivas contra las cuerdas

El novelón que se avecina en el Rebaño Sagrado tiene nombres y apellidos, aunque aún no se confirman oficialmente. Alejandro Ramírez dejó claro que hay dos futbolistas que no están dispuestos a ceder ni un centavo de sus contratos, lo que ha generado un choque de trenes entre ellos y la directiva. "Ya hubo un ‘bájate un poco de sueldo para tratar de acomodarte’ (…) Y no hay una buena respuesta", reveló el comunicador, dejando en evidencia la fractura que existe.

La situación es tan delicada que, según Ramírez, "las partes no están muy de acuerdo" y el conflicto podría escalar a niveles legales. "Del otro lado dicen: ‘no me muevo. Tengo contrato y que me lo paguen completito’", advirtió, lo que significa que estos jugadores no piensan facilitarle las cosas al club. Si nadie cede, el Guadalajara podría verse obligado a mantener en su plantel a dos elementos que no quieren estar ahí, pero que exigen que se les respete su acuerdo.

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¿Pulido y Gutiérrez, los rebeldes millonarios?

Aunque Alejandro Ramírez no mencionó nombres, las pistas apuntan directamente a dos de los jugadores mejor pagados del equipo: Érick Gutiérrez y Alan Pulido. El primero supera los 2 millones de dólares anuales, mientras que el segundo ronda los 1.8 millones, cifras que, en el contexto actual del fútbol mexicano, son difíciles de asumir para un club que busca reestructurarse financieramente.

Lo más preocupante es que, si estos dos futbolistas se mantienen firmes en su postura, el Guadalajara podría enfrentar un problema legal si decide marginarlos sin justificación deportiva. "De esos dos casos puede que no jueguen y no cedan ante ciertas cosas y lo van a estirar lo más que puedan las dos partes, a ver cuál liga se rompe primero", advirtió Ramírez, dejando claro que esto no será un conflicto rápido ni fácil de resolver.

La directiva de Chivas juega con fuego

La estrategia de Alejandro Manzo y Javier Mier parece clara: reducir costos y renovar el plantel, pero el método elegido ha generado más resistencia de la esperada. Al pedirles a jugadores con contratos vigentes que acepten una rebaja salarial, la directiva está jugando un juego peligroso, pues legalmente los futbolistas tienen todo el derecho de exigir que se les cumpla con lo pactado.

El riesgo es enorme: si Pulido o Gutiérrez deciden plantarse, el club podría verse obligado a pagarles sin que jueguen, lo que sería un golpe económico en un momento en el que buscan sanear sus finanzas. Peor aún, si el conflicto se alarga, el ambiente en el vestuario podría contagiarse, afectando el rendimiento del equipo en el Clausura 2026.

¿Qué sigue para el Rebaño Sagrado?

El Guadalajara está en una encrucijada: ceder ante las exigencias de los jugadores o mantenerse firme y arriesgarse a una batalla legal. Lo cierto es que, si no hay un acuerdo pronto, este conflicto podría manchar la imagen del club y generar un precedente peligroso para futuras negociaciones con otros elementos.

Mientras tanto, los aficionados rojiblancos están divididos: algunos apoyan la limpieza que busca la directiva, pero otros critican que se trate así a jugadores emblemáticos. Lo único seguro es que, en las próximas semanas, este novelón dará mucho de qué hablar, y el Guadalajara tendrá que mover sus fichas con cuidado para no quemarse en el intento. 🔥

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