El cambio en la dirección técnica de Chivas ha traído consigo una notable transformación en el rendimiento de varios jugadores, siendo Roberto Alvarado uno de los más beneficiados. Bajo el mando de Gerardo Espinoza, el futbolista ha recuperado su mejor versión, lo que ha llevado a la afición a compararlo con el reconocido delantero francés Antoine Griezmann.
Durante la etapa de Óscar García, Alvarado había pasado desapercibido en el campo, mostrando un rendimiento por debajo de lo esperado. En las primeras jornadas del Clausura 2025, sus estadísticas eran preocupantes: un promedio de solo 0.5 pases clave por partido y 1.2 regates completados. Estos números evidenciaban su falta de protagonismo y su incapacidad para influir en el juego del equipo, lo que generó dudas sobre su futuro en el club.
Sin embargo, la llegada de Espinoza ha marcado un antes y un después en la carrera de Alvarado. El nuevo entrenador ha sabido motivar a sus jugadores y ha implementado un sistema que permite a Alvarado brillar en el campo.
En el reciente Clásico Nacional contra América, el "Piojo" casi anota un gol olímpico, lo que demuestra su creciente confianza y capacidad para generar peligro en el ataque.
Uno de los cambios más significativos en su rendimiento ha sido la modificación de su posición en el terreno de juego. Espinoza ha decidido ubicar a Alvarado como volante ofensivo, lo que le ha otorgado mayor libertad para moverse y crear oportunidades de gol. Esta nueva función ha permitido que el jugador despliegue su visión de juego y su habilidad para filtrar pases, convirtiéndose en una pieza clave en la creación de jugadas.
La afición rojiblanca celebra este renacer de Alvarado y espera que continúe su ascenso en el equipo. Su buen desempeño no solo lo ha colocado en el radar de los seguidores de Chivas, sino que también ha llamado la atención del entrenador de la selección mexicana, Javier Aguirre, quien podría considerarlo para futuras convocatorias.
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