El ambiente en Chivas se ha visto marcado por la intensidad y la entrega de sus jugadores, especialmente tras su reciente triunfo sobre el América en el duelo de ida de los octavos de final de la Concachampions 2025. Sin embargo, Javier Hernández ha sido el centro de atención no solo por su participación en el partido, sino también por su comportamiento en el entrenamiento posterior, donde mostró signos de frustración.
En la práctica de este último jueves, Chicharito se dejó llevar por las emociones, haciendo evidente su deseo de contribuir de manera más activa al equipo.
En varias ocasiones, el atacante mostró su descontento cada vez que el balón no llegaba a sus pies, manifestando su irritación con gestos y comentarios durante los ejercicios en espacios reducidos. A pesar de su frustración, también se pudo observar su determinación y compromiso para mejorar en cada jugada.
El delantero, a pesar de las críticas que ha enfrentado por su falta de goles en esta segunda etapa con el Rebaño, ha comenzado a recuperar su mejor forma. Desde el partido contra los Pumas, Chicharito ha lucido más activo, combinando bien en ataque y apoyando en la defensa. La afición ha notado esta mejoría, lo que aumenta las expectativas de su rendimiento en los próximos encuentros.
El próximo desafío para Chivas será el segundo Clásico Nacional contra América, programado para el 8 de marzo en el Estadio Akron. Este partido será crucial no solo por la rivalidad histórica entre ambos clubes, sino también porque el equipo busca avanzar en la liga y mantener la inercia positiva tras su reciente victoria. Hernández, con su experiencia, es visto como un jugador clave para el éxito del equipo en este enfrentamiento.
A pesar de los corajes manifestados en el entrenamiento, la actitud de Hernández también refleja su entrega y deseo de ser un pilar en el ataque del equipo. La presión de rendir en un partido de alto perfil como el Clásico puede ser abrumadora, pero el delantero parece determinado a aprovechar esta oportunidad para demostrar su valía.
El cuerpo técnico y los compañeros de Chicharito están al tanto de su potencial y su capacidad para influir en el juego. La combinación de su frustración y su deseo de mejorar podría resultar en un rendimiento destacado en los próximos encuentros
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