A pocas horas del trascendental encuentro ante Toluca, Chicharito Hernández volvió a dejar en claro el significado especial que tiene Chivas en su carrera. Mientras sus compañeros ultimaban detalles tácticos en Verde Valle, el delantero mexicano se dio un tiempo para convivir con aficionados del Rebaño.
Con humildad y simpatía, Javier firmó autógrafos y posó para las selfies con los seguidores que lo aguardaban a la salida del centro de entrenamiento. Chicharito, considerado un ídolo eterno de la hinchada rojiblanca, comprendió el cariño de quienes lo admiran y respondió con gestos que lo enaltecen fuera de las canchas.

La cercanía del artillero con el pueblo guadalajarence perdura a pesar de los años sin vestir la playera sacredota. Su pasión por el club es genuina. Más allá de su rol como suplente en este momento, Hernández demuestra que es y seguirá siendo un embajador del escudo allá donde esté.
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