La interna del Club Deportivo Guadalajara, conocido popularmente como Chivas, ha sido sacudida por una pelea entre dos de sus jugadores, Antonio Briseño y José Juan Macías. Según informes, la pelea se debió a una disputa de ego y falta de disciplina por parte de Briseño.
El incidente ha generado preocupación entre los aficionados del equipo, ya que la falta de disciplina y las peleas internas pueden afectar el desempeño del equipo en la cancha y dañar la moral del equipo. Además, el incidente ha expuesto la necesidad de mejorar la gestión del vestuario por parte del entrenador, Veljko Paunovic.
A pesar de que Briseño ha tenido conatos con distintos compañeros en el pasado, el entrenador lo considera para la próxima temporada debido a la forma en que ha respondido cuando ha tenido minutos en el campo. Sin embargo, su futuro en el equipo sigue siendo incierto, ya que su contrato termina este verano y no se le ha ofrecido la renovación.
Este incidente es un recordatorio de la importancia de la disciplina y el trabajo en equipo en el fútbol profesional. Los equipos deben trabajar juntos para lograr sus objetivos y mantenerse enfocados en el juego en todo momento. La falta de disciplina y las peleas internas pueden ser un obstáculo para el éxito del equipo y deben ser abordados de manera inmediata para mantener la integridad del equipo y su desempeño en la cancha.
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En definitiva, la pelea en la interna de Chivas por ego y falta de disciplina ha expuesto la necesidad de mejorar la gestión del vestuario por parte del entrenador y mantener la disciplina y el trabajo en equipo como prioridades para el éxito del equipo. La falta de disciplina y las peleas internas pueden ser un obstáculo para el éxito del equipo y deben ser abordados de manera inmediata para mantener la integridad del equipo y su desempeño en la cancha.
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