Chivas de Guadalajara se encuentra en un momento complicado, y la reciente salida de Óscar García Junyent ha dejado huella en la afición. La decisión de destituir al entrenador español parece no solo haber sido una cuestión de rendimiento, sino también el resultado de una serie de presiones internas dentro del plantel, donde Javier “Chicharito” Hernández desempeñó un papel crucial.
García Junyent no será recordado con beneplácito, especialmente por su controversial episodio en el que lanzó una patada a un jugador del Club León, lo que le costó una suspensión de tres partidos. Sin embargo, su destino en Chivas se selló no solo por su comportamiento, sino porque varios jugadores, incluidos Hernández, llevaron sus quejas directamente al presidente del club, Amaury Vergara.
Según fuentes cercanas, el capitán del equipo y un grupo de compañeros se acercaron a la directiva para expresar su inconformidad con el trabajo del entrenador. Esta acción fue clave para que se tomara la decisión de buscar a un nuevo director técnico antes del partido contra Pumas UNAM.
Se menciona que, “cuando Amaury Vergara consultó a toda la plantilla, no fue unánime la opinión negativa contra Óscar García Junyent. No obstante, el grupo de jugadores que expresaron su descontento, incluido Javier Hernández, se terminó imponiendo y el español se fue.”
La situación se complicó aún más para García Junyent cuando fue ingresado en un hospital de San Luis Potosí debido a problemas de salud. Esto dejó al equipo a cargo de José Meléndez, quien asumió el control en medio de la incertidumbre. El ciclo de Óscar en Chivas fue breve, dirigiendo solo 11 partidos, en los cuales Chicharito estuvo en la titularidad apenas en dos ocasiones, lo que generó frustración en el delantero.
Con la llegada de Gerardo Espinoza como nuevo técnico, se espera que el club busque recuperar la confianza y mejorar su desempeño en el torneo. Sin embargo, el impacto de la destitución de García Junyent y las acciones de Hernández aún resuenan en el vestidor.
Chivas enfrenta un reto monumental para cambiar su rumbo en el Clausura 2025. A medida que la afición anhela ver un mejor rendimiento del equipo, la figura de Chicharito como líder se vuelve más importante que nunca. Su papel en la destitución del técnico refleja no solo su compromiso con el club, sino también un deseo compartido de volver a la senda del éxito. La presión es alta, y el tiempo dirá si las decisiones tomadas llevarán a un camino más favorable para el Rebaño Sagrado.
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