Las Chivas de Guadalajara se han visto envueltas en un rumor que ha generado gran expectativa entre sus aficionados. Según los reportes, el empresario francés Francois-Henri Pinault, esposo de la actriz mexicana Salma Hayek, estaría interesado en adquirir participación o incluso la totalidad del club rojiblanco.
Sin embargo, desde los altos mandos de la institución, Amaury Vergara, actual presidente del club, ha descartado categóricamente la posibilidad de vender el equipo. Vergara, hijo del fallecido Jorge Vergara, quien adquirió las Chivas en 2002, ha reiterado su compromiso con el equipo y su intención de mantener el control de la institución dentro de la familia.
Los chivahermanos, como se conoce a los aficionados de las Chivas, han expresado su frustración ante la aparente falta de movimientos en el mercado de fichajes del equipo. Mientras que equipos rivales como Tigres, Monterrey y el América han realizado contrataciones de renombre para reforzar sus plantillas, las Chivas parecen haberse quedado atrás en la carrera por el campeonato.
“El nombre que está en boca de todos es el del empresario Francois-Henri Pinault, también esposo de Salma Hayek, que es que porque quiere comprar a las Chivas. De que el magnate tiene para comprar todo el Redil no hay duda, pero volvemos a lo mismo… dista muchísimo de que Amaury Vergara y la familia Vergara quieran vender al Rebaño Sagrado. Todo esto porque es el tema de cada torneo en el que los aficionados se cansan de no ver que refuercen a su equipo. Y de títulos ni hablemos. Sumado a ello que el verdadero negocio de la familia es la empresa que fundó su padre Jorge Vergara (QEPD)”, publicó la columna Sancadilla.
Amaury Vergara ha sido claro en su posición: no tiene intenciones de vender el equipo ni de aceptar la intervención de un accionista externo. Esta decisión ha generado tensión entre los fanáticos, quienes ven cómo otros equipos se refuerzan y compiten por los títulos, mientras que las Chivas parecen estancadas.
La negativa de Vergara a la posible venta del club ha sido defendida por él argumentando que la familia Vergara siempre ha tenido el control del equipo y que no están dispuestos a compartirlo con nadie más. Esta postura, si bien puede ser comprensible desde el punto de vista de la familia, ha sido criticada por los aficionados, quienes anhelan ver a su equipo competir al más alto nivel.
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