Chivas ha concretado la salida de uno de sus defensores centrales, Antonio Briseño, quien se unirá a las filas de Toluca en el marco del mercado de fichajes de cara al Clausura 2025. Este movimiento se produce en un contexto donde el equipo busca reestructurar su plantilla tras una temporada decepcionante.
Briseño, quien ha tenido un rendimiento irregular en el último año, deja el Rebaño Sagrado con un saldo de 2 millones de dólares por su traspaso. Aunque esta cifra no es considerada exorbitante, representa un ingreso significativo para Chivas, especialmente dado que el jugador no estaba en los planes más importantes del cuerpo técnico. La decisión de venderlo se aceleró tras su bajo desempeño, que culminó en una actuación desafortunada durante la Liguilla ante Atlas, donde cometió un error que resultó en un penalti y su expulsión.
La llegada de Antonio Mohamed como nuevo director técnico de Toluca fue clave en esta negociación. El estratega argentino solicitó un defensor con experiencia en la liga mexicana, y Briseño cumplía con todos los requisitos necesarios. Su conocimiento del torneo y su capacidad para jugar en el juego aéreo son atributos que Mohamed valora altamente, lo que lo convierte en un fichaje ideal para los Diablos Rojos.
Este movimiento se suma a otros cambios en la plantilla de Chivas, que también ha visto partir a Jesús Orozco Chiquete hacia Cruz Azul. Con estas salidas, la directiva del Rebaño busca no solo liberar espacio en la plantilla, sino también generar recursos para futuras incorporaciones que fortalezcan al equipo.
La afición de Chivas está expectante ante los próximos movimientos en el mercado de fichajes, ya que el club necesita realizar contrataciones que marquen la diferencia en el próximo torneo. Con la salida de Briseño y otros jugadores, se abre la puerta a nuevos talentos que puedan revitalizar al equipo y mejorar su imagen tras una temporada llena de altibajos.
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