La reciente derrota de Chivas ante León no solo dejó un mal sabor de boca en los aficionados, sino que también ha traído consigo una situación complicada para el director técnico Óscar García Junyent. Durante el encuentro, García fue expulsado por agredir a James Rodríguez, lo que podría acarrearle serias consecuencias según el reglamento de la Federación Mexicana de Fútbol (FMF).
El incidente ocurrió en un momento tenso del partido, donde el entrenador español, conocido por su carácter tranquilo, perdió la compostura. Tras un empujón, García se dirigió hacia Nicolás Fonseca, pero en el proceso terminó golpeando a Rodríguez con una patada. Este acto de violencia no solo le costó la expulsión, sino que también lo coloca en la mira de la Comisión Disciplinaria de la FMF.
De acuerdo con el artículo 25 inciso a) del Reglamento de Sanciones, las expulsiones por agresiones pueden resultar en una suspensión que varía de uno a quince partidos, además de una multa económica que oscila entre 90 y 3,000 unidades de medida y actualización (umas). Esta normativa implica que García podría perderse no solo el próximo encuentro contra Querétaro, sino también una parte significativa de la fase regular del Clausura 2025.
La situación se torna aún más crítica para Chivas, que ya enfrenta un inicio de torneo complicado. Con solo un triunfo en sus primeros cuatro partidos, la ausencia de su entrenador podría agravar aún más la situación del equipo. La presión sobre el cuerpo técnico y los jugadores aumenta, ya que deben demostrar que pueden competir sin la guía de García en la línea de banda.
Hasta el momento, la Comisión Disciplinaria no ha emitido un fallo definitivo sobre la sanción que enfrentará Óscar García. Sin embargo, la expectativa es alta, y los aficionados están a la espera de una resolución que podría impactar directamente en el rendimiento del equipo en las próximas semanas.
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