El final de temporada de Guillermo Ochoa con la Salernitana estuvo lejos de ser el esperado. Luego del terrible descenso del equipo a Serie B, el guardameta mexicano ni siquiera ha podido disputar los últimos compromisos como local. Memo, figura y referente del plantel, ha sido dejado de lado por su estratega pese a sus grandes actuaciones durante el año.
En el último encuentro ante Atalanta no fue considerado, viendo el juego desde afuera mientras un tercer arquero tomaba su sitio. Esta decisión resulta insólita considerando lo mucho que el cancerbero azteca significó para la causa. No hace mucho, sus atajadas heroicas valieron puntos vitales que alargaron las esperanzas de permanencia hasta última instancia.
Quedan escasas fechas para que se cierre el libro en la Serie A. No obstante, todo indica que al referente mexicano no se le concederá el derecho de vestir la camiseta por última ocasión frente a la hinchada que lo idolatra. Un final amargo que no condice con su entrega, lo que despierta el enojo del propio guardameta y de su entorno.
Más allá del adiós forzoso en Italia, Ochoa deberá repuntar rápido anímicamente. A sus 37 años buscará seguir compitiendo en algún club de renombre, por lo que opciones no le faltarán considerando su categórica trayectoria. Se merecía cerrar de otra manera su ciclo en Salerno. Ante este panorama, la puerta del América está más abierta que nunca.
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