El Club América se encuentra en un momento crucial de su preparación para el Clausura 2025, y la ausencia de André Jardine como entrenador registrado ha generado una gran incertidumbre entre los aficionados. Aunque el equipo debutó con victoria frente al Querétaro, lo hizo sin la presencia del estratega brasileño en el banquillo, lo que ha levantado muchas preguntas sobre su situación contractual.
La razón detrás de esta falta de registro se relaciona con las negociaciones en curso entre Jardine y la directiva del club. Después de rechazar una oferta del Botafogo, el técnico se encuentra en conversaciones para renegociar su contrato, que actualmente se extiende hasta 2027.
Aunque no se han revelado los detalles específicos de estas negociaciones, se especula que podrían incluir una extensión del vínculo o un aumento salarial en reconocimiento a los logros obtenidos durante su gestión.
La falta de un acuerdo definitivo ha impedido que Jardine sea oficialmente registrado como el entrenador del América para esta temporada. Esto ha llevado a la preocupación de que el club podría enfrentar sanciones, e incluso perder partidos en la mesa, debido a su ausencia.
Sin embargo, la situación podría interpretarse como una buena noticia si se logra un acuerdo satisfactorio, lo que aseguraría la continuidad de un técnico que ha transformado al equipo en los últimos torneos.
Mientras tanto, la dirección del club ha decidido que Diego Cervantes, actual técnico del América Sub-23, asumirá el cargo de entrenador interino. Esta decisión busca mantener la continuidad en el trabajo con los jóvenes talentos del club, mientras se resuelven las negociaciones con Jardine. Cervantes estará respaldado por Raúl Lara como entrenador auxiliar, y su misión será mantener al equipo competitivo hasta que se defina el futuro del estratega brasileño.
La afición del América espera que se llegue a un acuerdo pronto, ya que Jardine ha demostrado ser un líder efectivo y ha llevado al equipo a conseguir importantes títulos. Su ausencia en el partido inaugural es un claro recordatorio de la incertidumbre que rodea al club en este momento, pero también representa una oportunidad para que otros miembros del cuerpo técnico demuestren su capacidad.
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