El encuentro entre América y Tigres dejó un sabor amargo para los seguidores de las Águilas, pues una decisión arbitral ha generado una ola de críticas y descontento. En un partido donde las emociones estaban a flor de piel, el accionar del árbitro Víctor Cáceres se ha puesto bajo la lupa, especialmente tras una jugada que involucró al mediocampista de Tigres, Fernando Gorriarán.
Durante la primera mitad, en una disputa por el balón, Gorriarán llegó tarde y realizó una entrada peligrosa sobre el tobillo de Cristian Calderón. A pesar de la gravedad de la falta, que claramente merecía una tarjeta roja directa, el silbante solo pitó la falta sin mostrar ninguna tarjeta, lo que dejó a la afición americanista indignada. La situación se agravó al no ser revisada desde el VAR, lo que provocó que muchos cuestionaran la imparcialidad del arbitraje en este encuentro.
Este incidente ha reavivado el debate sobre el trato desigual que parece recibir el Club América en comparación con otros equipos de la Liga MX. A pesar de que la transmisión del partido solo mostró una repetición lejana de la jugada, las imágenes que circulan en redes sociales evidencian la falta de sanción, lo que lleva a muchos a preguntarse: ¿por qué al América se le juzga con una vara diferente?
El América ha tenido un historial reciente que muestra cómo ha sido el equipo menos favorecido en decisiones arbitrales. Desde el torneo Apertura 2024 hasta el actual Clausura 2025, los números son alarmantes: el equipo solo ha recibido dos penales a favor en sus últimos 36 encuentros. Esta estadística resulta sorprendente para una de las instituciones más dominantes del país.
Los seguidores de las Águilas han manifestado su frustración ante esta situación, argumentando que, aunque algunos sostienen que el club recibe ayudas arbitrales, los hechos y las estadísticas cuentan una historia diferente. La falta de sanciones adecuadas y la evidente omisión de jugadas cruciales han llevado a la afición a cuestionar la credibilidad del sistema arbitral en la liga.
El partido contra Tigres no solo fue una prueba de habilidad en el campo, sino también un reflejo de las luchas que enfrenta el América fuera de él. Con la presión de demostrar su valía en cada encuentro, los jugadores y el cuerpo técnico deben lidiar con la presión adicional de un arbitraje que, a menudo, parece jugar en su contra.
De cara a la siguiente jornada, el América buscará no solo puntos en la tabla, sino también la justicia que parece esquiva. La afición espera que los próximos encuentros sean un espacio donde el arbitraje actúe de manera justa y equitativa, sin influencias que puedan alterar el rumbo de su querido equipo. La lucha por un mejor trato en el terreno de juego continúa, y la espera de un cambio en la percepción del América frente al arbitraje es palpable entre sus seguidores.
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