El Club América se encuentra en un momento crucial de la temporada, ya que se alista para enfrentar a su archirrival, Chivas, en un nuevo capítulo del Clásico Nacional por la Liga MX. Después de una inesperada derrota ante el Rebaño Sagrado en la ida de los octavos de final de la Concachampions 2025, el equipo busca recuperar el rumbo y asegurar una victoria que lo mantenga en la parte alta de la tabla.
Para este importante encuentro, se anticipan al menos dos modificaciones en la alineación que dirige André Jardine. La primera de estas modificaciones consiste en el regreso de Israel Reyes al once titular.
Reyes reemplazará a Sebastián Cáceres, quien no ha logrado convencer en su rendimiento y, además, fue responsable de un autogol en el partido anterior contra Chivas, lo que podría haber costado su lugar en la defensa. Este cambio es una clara señal de que el técnico busca fortalecer la zaga y mejorar la solidez defensiva del equipo.
El segundo ajuste previsto por Jardine es la inclusión de Cristian Calderón en la alineación inicial, dejando a Cristian Borja en el banquillo. Borja no ha estado al 100% físicamente tras el último encuentro, lo que abre la puerta para que Calderón, quien ofrece una mayor dinámica por la banda, asuma un rol protagónico en el ataque.
Con estos ajustes, la defensa del América podría estar conformada por Ramón Juárez e Israel Reyes como centrales, mientras que Kevin Álvarez y Chicote se ocuparían de las posiciones laterales. Esta reestructuración tiene como objetivo no solo corregir los errores del pasado, sino también brindar mayor confianza a los jugadores y asegurar una mejor cohesión en el campo.
Pese a que el América mostró un dominio en el juego anterior, la falta de contundencia y los errores individuales fueron factores determinantes en la derrota por 1-0. Jardine busca que su equipo aprenda de esos errores y logre imponer su estilo de juego ante un rival que, sin duda, se presentará con una gran motivación y deseo de ganar.
La afición espera una respuesta contundente del equipo este fin de semana, ya que la historia de estos encuentros siempre ha estado cargada de emociones y rivalidad. La presión está sobre los hombros de los jugadores, quienes tienen la oportunidad de demostrar que pueden superar las adversidades y volver a ser protagonistas en el fútbol mexicano.
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