La tensión en el mundo del fútbol mexicano se intensifica tras el reciente enfrentamiento entre América y Cruz Azul en las semifinales del Apertura 2024. El partido, que terminó en un empate sin goles, dejó un sabor amargo para el conjunto americanista, especialmente por una jugada polémica que involucró a Kevin Álvarez y al jugador de Cruz Azul, Rodolfo Rotondi. La dura entrada de Rotondi a Álvarez ha sido objeto de controversia, y el técnico de las Águilas, André Jardine, no se ha guardado nada al respecto.
En el minuto 71 del encuentro, Rotondi realizó una entrada que dejó a Álvarez con dolor en la espinilla, una acción que muchos consideraron merecedora de una tarjeta roja. Sin embargo, el árbitro no sancionó la jugada, lo que generó un gran malestar en el banquillo de América. Jardine, tras el partido, expresó su frustración con el arbitraje, señalando que la decisión de no expulsar a Rotondi fue un error claro. “Sobre el tema arbitral para mí es muy clara la jugada, la acabo de ver en el vestidor e increíble que teniendo el VAR para estos momentos no te marcan”, comentó el entrenador.
El estratega también subrayó la importancia de esta decisión en el contexto del partido, indicando que la expulsión de Rotondi podría haber cambiado el rumbo del encuentro. “Hubiera sido una ventaja importante para nosotros, ya que Rotondi es un jugador importante para Cruz Azul”, agregó. La falta de acción del VAR en esta jugada ha suscitado críticas no solo de Jardine, sino también de aficionados y analistas del fútbol.
Este tipo de situaciones no son nuevas en el fútbol mexicano, donde las decisiones arbitrales a menudo generan polémica. Jardine dejó claro que espera que se hable más sobre el arbitraje en los días siguientes, sugiriendo que la falta de sanciones adecuadas puede afectar la integridad del juego. “Yo dejo que ustedes hablen del tema arbitral durante los próximos días”, concluyó.
Con el próximo partido de vuelta programado para el 8 de diciembre, América se prepara para enfrentar a Cruz Azul con la intención de avanzar a la final. Sin embargo, la presión sobre el equipo no solo proviene de la necesidad de un resultado positivo, sino también del deseo de superar las adversidades que el arbitraje pueda presentar. La afición espera que su equipo no solo se enfoque en el juego, sino que también reciba el apoyo necesario para que las decisiones arbitrales no influyan en el resultado final.
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