El Club América atraviesa un momento complicado en el Apertura 2024, y la falta de refuerzos en el ataque se ha convertido en un tema de preocupación para el cuerpo técnico y los aficionados. André Jardine, el director técnico del equipo, ha manifestado en varias ocasiones la necesidad de incorporar nuevos jugadores para fortalecer la plantilla, especialmente tras las salidas de Jonathan Rodríguez y Julián Quiñones. Sin embargo, sus peticiones han sido ignoradas por la directiva, lo que ha generado tensiones en el seno del club.
La banda izquierda del América ha quedado debilitada, con Brian Rodríguez como la única opción viable en esa posición. A pesar de su esfuerzo, el rendimiento actual de Rodríguez no ha sido suficiente para mantener la competitividad del equipo. Las lesiones de jugadores clave como Alejandro Zendejas y Javairo Dilrosun han limitado aún más las opciones ofensivas, lo que ha llevado a Jardine a insistir en la urgencia de un nuevo fichaje.
Uno de los nombres que ha sonado con fuerza es el de Paulinho, un extremo brasileño del Atlético Mineiro. Jardine lo conoce bien, ya que fue su jugador en la Selección Olímpica de Brasil, donde lograron el oro en los Juegos de Tokio 2020. El técnico considera que Paulinho sería el refuerzo ideal para cubrir la banda izquierda, gracias a su experiencia y su comprensión del estilo de juego que él promueve. Sin embargo, la directiva ha decidido no avanzar con esta contratación y ha optado por buscar alternativas en Europa.
Esta situación no es aislada. Jardine ya había solicitado anteriormente la incorporación de Juan Manuel Sanabria, un jugador que considera fundamental para su esquema, pero la directiva también desestimó esa opción, eligiendo en su lugar a Cristian Borja para ocupar la lateral izquierda. Esta falta de apoyo hacia las solicitudes del entrenador ha generado especulaciones sobre posibles diferencias entre el cuerpo técnico y la directiva, lo que podría afectar el ambiente de trabajo en el club.
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Con el cierre del mercado de fichajes a la vista, el tiempo se agota para el América. Si bien la directiva tiene la oportunidad de concretar un nuevo fichaje, es probable que cualquier incorporación no tenga un impacto inmediato en el rendimiento del equipo, dado el tiempo que un nuevo jugador necesita para adaptarse a un nuevo sistema. Esto deja a Jardine y a sus jugadores con pocas opciones para mejorar su desempeño en la presente campaña.
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