El Apertura 2024 no ha sido un torneo fácil para el Club América, tanto en su primer equipo como en sus divisiones inferiores. Uno de los casos más llamativos es el de Hugo Buyla, un defensa central de Guinea Ecuatorial que llegó con grandes expectativas, pero que aún no ha tenido la oportunidad de debutar en la Sub-23. A pesar de su llegada a mediados de septiembre, el jugador no ha sumado minutos en los partidos disputados por el equipo juvenil.
La situación del América Sub-23 es preocupante. Actualmente, el equipo se encuentra en la décima posición de la tabla, acumulando solo 14 puntos en 10 partidos. Este rendimiento es una continuación de los problemas que arrastraron desde el torneo anterior, donde también quedaron fuera de la liguilla. Con el objetivo de revertir esta tendencia negativa, el club decidió incorporar a Buyla, quien había destacado en las categorías inferiores del Atalanta. La idea era que el joven defensor se adaptara rápidamente y pudiera aportar al equipo.
Sin embargo, a pesar de su dedicación y esfuerzo, Buyla no ha sido convocado para ninguno de los encuentros recientes, que incluyeron enfrentamientos contra equipos como Chivas, Atlas, Necaxa y Pumas. Todo parece indicar que el jugador sigue en un proceso de adaptación física, lo que ha retrasado su debut. En sus redes sociales, Buyla ha compartido imágenes de sus entrenamientos individuales, lo que demuestra su compromiso por integrarse al equipo.
La situación se complica aún más debido a las lesiones que ha sufrido el primer equipo, lo que ha llevado a especulaciones sobre la posibilidad de que Buyla sea llamado a jugar en la Liga MX. Sin embargo, hasta el momento, esto no se ha concretado. La falta de minutos en la Sub-23 no solo afecta su desarrollo como futbolista, sino que también genera inquietud entre los aficionados, quienes esperan verlo en acción y contribuir al equipo.
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Con el tiempo en su contra, el Club América necesita que Buyla se adapte rápidamente y pueda aportar su talento al equipo juvenil. La afición está ansiosa por ver cómo se desenvuelve en el campo y si logra cumplir con las expectativas que su llegada generó. La presión está sobre el defensor, quien debe demostrar que puede ser una pieza clave en el futuro del club.
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