El Club América está viviendo un auténtico dolor de cabeza en el mercado de pases. La directiva, encabezada por Santiago Baños, necesita deshacerse de varios elementos para liberar espacio y presupuesto, pero hay un caso que se ha convertido en un verdadero obstáculo: Javairo Dilrosun. El neerlandés, que llegó con bombos y platillos, hoy es un lastre financiero que paraliza los movimientos de las Águilas.
La situación es tan crítica que, aunque André Jardine le dio múltiples oportunidades, el extremo nunca logró adaptarse al ritmo del fútbol mexicano. Su cesión al LAFC parecía la solución perfecta, pero el sueño se esfumó cuando los californianos decidieron no ejercer la opción de compra. Ahora, Dilrosun está en un limbo deportivo, sin equipo y con un contrato que pesa como losa en Coapa.
El jugador fantasma: Dilrosun ni en el primer equipo ni en la Sub 21
El América tomó una decisión drástica: no registrar a Javairo Dilrosun ni con el plantel principal ni con las fuerzas básicas. Esto significa que el neerlandés, pese a seguir siendo empleado del club, no tiene actividad oficial. Un escenario que, además de ser incómodo para el futbolista, representa un gasto innecesario para las Águilas.
Lo más preocupante es que, al no estar inscrito, Dilrosun no puede ser considerado en ningún plan deportivo. Ni siquiera como opción de emergencia. La directiva, consciente de que su rendimiento no justifica su salario, prefiere mantenerlo al margen, pero el problema persiste: su contrato sigue vigente hasta diciembre de 2026, a menos que alguien se anime a llevárselo.
El sueldo que asfixia: 1.4 millones de dólares al año
Aquí está el verdadero talón de Aquiles. Javairo Dilrosun percibe un salario estratosférico para los estándares de la Liga MX: 1.4 millones de dólares anuales, según reportes de medios especializados. Una cifra que lo ubica entre los mejor pagados del equipo, pero que hoy es un lastre para las finanzas del América.
El dilema es claro: ningún club está dispuesto a asumir ese gasto, ni siquiera en calidad de préstamo. Los equipos mexicanos, con presupuestos ajustados, no ven viable incorporar a un jugador con ese salario y un rendimiento cuestionable. Mientras tanto, las Águilas siguen pagando una fortuna por un futbolista que no aporta nada en la cancha.
¿Rescisión? Ni en sueños, según las fuentes
Ante la imposibilidad de colocarlo en otro equipo, se ha hablado de una posible rescisión de contrato. Sin embargo, esta opción parece lejana. Rubén Rodríguez, periodista cercano a los pasillos de Coapa, fue contundente: "Ninguno de los jugadores en esta situación ha aceptado negociar su salida".
Esto deja a Santiago Baños en una encrucijada. Si no logra mover a Dilrosun en los próximos meses, el América tendrá que seguir asumiendo un gasto millonario por un jugador que no suma. Mientras tanto, los aficionados exigen refuerzos de jerarquía, pero la realidad es que, con este tipo de contratos, el margen de maniobra es mínimo.
El efecto dominó: cómo Dilrosun frena los fichajes
La situación de Javairo Dilrosun no es un caso aislado, pero sí el más emblemático. Su alto salario y la falta de interés de otros equipos generan un efecto dominó que complica la llegada de nuevos refuerzos. Cada peso que se destina a jugadores sin actividad es un peso menos para invertir en talentos que sí puedan contribuir.
El América necesita urgentemente liberar masa salarial, pero el mercado no está dando señales de ayuda. Mientras Dilrosun siga en el club, las Águilas seguirán con las manos atadas, viendo cómo otros equipos se mueven con mayor libertad. La pregunta es clara: ¿hasta cuándo podrán soportar este peso muerto?
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