El arranque del torneo no ha sido el que la afición azulcrema imaginó. Las Águilas del América, acostumbradas a volar alto, han tropezado de forma repetida y el ambiente, aunque sin rupturas, ya trae un sabor amargo. En Coapa no se esconde nada: hay molestia, hay autocrítica y, sobre todo, hay urgencia por reaccionar. El equipo de André Jardine se mira al espejo y no reconoce esa versión del campeón que arrasó hace unos meses.
Hablamos de un grupo que venía con la etiqueta de autoridad y hoy luce con dudas. No hay divorcio con la idea del técnico brasileño, pero sí señales de desgaste. El mismo estratega, siempre medido, sabe que el presente no da para discursos triunfalistas. Y desde la interna, se asume que el momento actual no está a la altura del escudo. Nadie se salva: jugadores, cuerpo técnico y hasta directiva sienten el apretón.
El golpe anímico pega fuerte en el nido 🧠💥
La voz vino desde ESPN, con el periodista León Lecanda describiendo el ánimo tras los últimos golpes: “El grupo está tocado y Jardine también. Porque no es solo el fracaso en la Leagues Cup, sino en la Liga MX, el Campeón de Campeones (…) en Coapa lo asumen como un fracaso”. Palabras lapidarias que retratan lo que se palpa en el entorno: la racha negativa no es un bache aislado, es una tendencia que preocupa.
A esto se suma un detalle que desconcierta: la zaga, que había sido un bastión, hoy se ve sin la misma sincronía. Lo dijo el propio Lecanda con claridad: “Se ha defendido mal y se nota sin confianza, no está defendiéndose bien. Es un equipo que parece haber perdido el rumbo”. La frase pega especialmente por venir de un conjunto que acostumbró a su gente a cerrar partidos con oficio y autoridad.
¿Qué salió mal? Del Campeón de Campeones a la Leagues Cup 🧩
La seguidilla arrancó con la derrota en el Campeón de Campeones, siguió con tropiezos en la Liga MX y se terminó de agravar con la eliminación temprana en la Leagues Cup 2025. Sí, América quedó matemáticamente fuera del torneo internacional al no sumar una victoria en tiempo reglamentario en sus dos primeras presentaciones. Incluso un triunfo ante Portland Timbers en la última fecha ya no cambia el destino. Es un mazazo para un plantel hecho para competir a tope en todos los frentes.
No es un tema de plantel corto ni de falta de talento. El campeón vigente del futbol mexicano tiene jerarquía y variantes. Lo que hoy falla es la ejecución: desajustes en la última línea, errores puntuales en salida y, de paso, una versión menos filosa en el área rival. Cuando el campeón duda, los rivales huelen sangre.
Jardine bajo la lupa… pero con respaldo medido 🧪
En el entorno crema no hay una “cacería de brujas”. Se reconoce que Jardine supo llevar al equipo a la cúspide y que el proyecto no se evalúa por dos semanas malas. Aun así, el entrenador entiende que en el América la paciencia es corta y el margen de error, mínimo. El brasileño necesita ajustar ya: recuperar sociedades, rearmar la estructura defensiva y devolverle a sus figuras la confianza que les conocemos.
¿Movimientos en el once? Todo apunta a que vendrán ajustes en la última línea y en la contención para blindar la zona donde el equipo más sufre. También urge más contundencia del tridente ofensivo, ese que solía resolver partidos con una jugada. El margen para dudas se terminó.
El vestidor no se rompe, pero pide respuestas inmediatas 🔧🔥
Puertas adentro, el discurso es directo: hay que corregir y hacerlo ya. Los líderes del grupo saben que el peso del escudo no permite relajos. La Liga MX continúa en marcha y, aunque el tropiezo internacional duele, el torneo local ofrece el terreno perfecto para recuperar sensaciones. La tarea es clara: volver a ser un equipo compacto, que presiona junto y se defiende en bloque, sin desordenar líneas como ha pasado en este mal arranque.
En medio de la turbulencia, el americanismo exige carácter. Las Águilas tienen plantilla, jerarquía y un entrenador que ya probó su valía. El reto está en convertir la autocrítica en acción y transformar el golpe de la Leagues Cup en combustible para despegar. El cuadro de Coapa sabe que en este club no alcanza con competir: hay que ganar, convencer y, sobre todo, recuperar esa aura que mete miedo. Porque hoy, como admite su propio entorno, lo reciente se firma con una palabra que duele: fracaso. Y en el América, eso no se tolera. ⚽🦅
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