La afición del Club América está al borde del hartazgo. Mientras otros equipos del fútbol mexicano ya mueven fichas para el Clausura 2026, las Águilas siguen sin anunciar refuerzos de peso, y la presión sobre Santiago Baños crece como espuma. Los seguidores no entienden cómo es posible que, con los recursos del club, no haya ni un solo nombre confirmado que ilusione a la hinchada. La paciencia se agota, y las redes sociales arden con críticas hacia la directiva.
Pero entre el descontento, surge un nombre que ha prendido como pólvora: Bruno Zapelli. El mediocampista argentino-italiano, con paso por selecciones juveniles de ambos países, se ha convertido en el anhelo de los americanistas. Su perfil de clásico 10, justo lo que el equipo necesita tras la salida de Diego Valdés, lo pinta como la pieza ideal para devolverle creatividad al mediocampo. Sin embargo, hay un detalle que podría complicar las cosas: su contrato actual.
La obsesión por un 10: ¿por qué Zapelli es la solución?
El América lleva meses cojeando en la generación de juego. Sin un verdadero cerebro en mediocampo, el equipo ha perdido esa chispa que lo hacía imbatible en el último tercio. Diego Valdés se llevó consigo la capacidad de desequilibrar con pases filtrados, y desde entonces, el equipo ha buscado sin éxito a alguien que llene ese vacío. Bruno Zapelli aparece como la respuesta: un jugador con visión, técnica depurada y experiencia en selecciones juveniles, tanto de Italia como de Argentina.
Lo más llamativo es su situación actual. Zapelli milita en el Athletico Paranaense, que hoy disputa la segunda división de Brasil. Un escenario que, aunque no es el ideal para un jugador de su talento, podría facilitar su salida. Además, su patrocinio con Adidas —marca que también viste al América— abre una puerta interesante para negociaciones. No es casualidad que los aficionados lo hayan adoptado como su "fichaje soñado" en redes sociales.
El contrato que podría definir el futuro americanista
Aquí viene el dato clave: Bruno Zapelli tiene contrato con el Athletico Paranaense hasta julio de 2028, pero su valor de mercado ronda los 4.5 millones de euros, una cifra más que accesible para el Club América. En un mercado donde los precios se inflan por jugadores mediocres, esta podría ser una oportunidad de oro para la directiva. Sin embargo, el silencio del club genera dudas: ¿están realmente interesados, o es solo un sueño de la afición?
Lo cierto es que, si el América quiere pelear el título en el Clausura 2026, necesita actuar ya. Santiago Baños tiene en sus manos la posibilidad de dar un golpe de efecto con un fichaje que, además de ser económico, podría ser determinante. Zapelli no es un nombre cualquiera: es un jugador con proyección, hambre de triunfos y, sobre todo, el perfil que el equipo clama desde hace meses. La pelota está en la cancha de la directiva.
La afición no perdona: ¿hasta cuándo esperar?
Los seguidores del América ya no quieren promesas, quieren hechos. Mientras equipos como Tigres o Monterrey ya presentan refuerzos, las Águilas siguen en el limbo. Bruno Zapelli se ha convertido en el símbolo de lo que la hinchada exige: un jugador con jerarquía, pero también con hambre de demostrar. Si el club no actúa pronto, el descontento podría convertirse en algo más grave: desapego.
El tiempo apremia, y el Clausura 2026 no perdona. Santiago Baños tiene la última palabra, pero la afición ya la dio: o llega un refuerzo como Zapelli, o el malestar crecerá hasta niveles insostenibles. El América no puede darse el lujo de llegar tarde al mercado, porque en el fútbol mexicano, quien no se refuerza a tiempo, termina pagando las consecuencias. La pregunta es clara: ¿será Bruno Zapelli el salvador, o solo otro nombre en la lista de deseos incumplidos?




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