El futbol mexicano está a punto de vivir un terremoto que sacudirá a dos de sus equipos más emblemáticos. Javier Aquino, símbolo de Tigres y figura clave en su última década, está a un paso de abandonar el club que lo vio brillar. La noticia no solo ha conmocionado a la afición felina, sino que ha encendido las alarmas en Coapa, donde ya evalúan la posibilidad de llevárselo a América. El movimiento, de concretarse, sería un golpe maestro en todos los sentidos.
La salida de Aquino no es un simple adiós, sino el resultado de una negociación fallida que dejó al jugador con un sabor amargo. Tras ser pieza fundamental en múltiples títulos, el oaxaqueño se negó a aceptar un recorte salarial que, según él, no reflejaba su valor dentro del equipo. Ahora, libre y con el mercado abierto, su nombre resuena con fuerza en el Nido, donde André Jardine busca reforzar las laterales con urgencia.
La condición que debería cumplir América para fichar a Javier Aquino
El primer obstáculo para ver a Aquino con la playera azulcrema es, sin duda, el económico. Tigres le ofreció continuar, pero con una reducción en su sueldo que el jugador consideró injusta. Según cifras de Salary Sport, el veterano percibía alrededor de 1.6 millones de dólares anuales, una cantidad que América debería igualar o superar para convencerlo. Santiago Baños sabe que, si quiere dar este golpe, tendrá que soltar la cartera.
Pero el dinero no es lo único en juego. Aquino no es cualquier refuerzo: es un cinco veces campeón de la Liga MX, con experiencia en Europa y un liderazgo probado en vestuarios de alto nivel. Su llegada no solo fortalecería la defensa, sino que le daría a América un arma letal en bandas, algo que extrañaron en el último torneo. Además, el impacto psicológico sobre Tigres sería brutal, pues verían a uno de sus ídolos vestir la playera de su máximo rival.
El golpe emocional que América le daría a Tigres
Si América logra cerrar este fichaje, el mensaje sería claro: no solo buscan títulos, sino también debilitar a sus rivales. Aquino es más que un jugador; es un símbolo de la era dorada de Tigres, y su partida ya duele. Que termine en Coapa sería como echarle sal a la herida. André Jardine sabe que, con él en el equipo, no solo ganaría un lateral experimentado, sino también un referente que podría guiar a las nuevas generaciones.
El tiempo apremia, y en América ya deben estar moviendo fichas. Javier Aquino no permanecerá mucho tiempo en el mercado, y si Baños quiere aprovechar esta oportunidad, tendrá que actuar rápido. La afición azulcrema sueña con verlo en acción, mientras que los felinos se preparan para un adiós que, si se concretara su llegada al rival, sería aún más doloroso. El fútbol mexicano está a punto de escribir otro capítulo épico, y todos tienen los ojos puestos en Coapa. ⚽

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